Amar es un acontecimiento vital, un hecho humano inevitable. Es un verbo conjugado en cada uno, una expresión singular que nos atraviesa y conmociona, manifestando calma, ternura, dolor y pasión.

¿Es posible «saber» sobre el amor? Nos sumergimos en el misterio del encuentro, donde el amor circula entre nosotros, vibrando y adoptando diversas formas. A veces fluye libremente, otras se estanca y cambia, manifestándose en gestos de ilusión o rechazo. Participamos en la construcción de lo posible, pero también nos enfrentamos a espejismos dolorosos que nos prometen un enamoramiento eterno.

El amor es el arte de sostener y acompañar, tejido en miradas compartidas, en la aceptación y la reafirmación de nuestras diferencias. Es un trabajo delicado, sensible y lleno de riesgos, desde el momento de la pasión hasta el de la discordia o el reclamo. ¿Quién no ha experimentado la transición desde la caricia hasta el grito? ¿Quién no ha vivido, soñado, imaginado o anhelado este complejo y humano fenómeno?

Nosotros, seres humanos, complejos y frágiles, con nuestros pies de barro, miramos hacia el horizonte mientras continuamos el constante trabajo de vivir, amar y transformarnos