Textos para fomentar el diálogo, dirigido a que padres lean con sus hijos.
Siguiendo con lo que veníamos, cuando nos ordenamos baja la cantidad de entreveros. Eso sí que es un buen enlace, rescatamos ya dos palabras que nos iluminan, como la linterna en la oscuridad. O la luz en la noche cuando ya me tapé la cabeza con la sábana porque el fantasma, monstruo o bicho no reconocible (otra palabra larga), me está por saltar arriba. De solo pensarlo una vez ya estoy gritando con toda la fuerza que los pulmones me alcanzan. Produciendo tal sobresalto en los adultos que me meteré en un lío en lugar de aliviar el susto mayor que tenía. Eso pasa también, pensar en una cosa, entreverarse con la otra y terminar gritando, vaya a saber ya uno ni por qué.
Ver es como leer, ¿cuando miramos, vemos? ¿O podemos mirar sin ver? Cuando leemos, ¿imaginamos? ¿O solo repetimos para terminar pronto y hacer otra cosa? ¿Más divertida?
Cuando masticamos, comemos, ¿o podemos tragar sin saborear?
Me gustaría que te detengas y pienses en las posibles respuestas, las tuyas, de tu autoría.
O tal vez otras preguntas que te surjan espontáneamente al leer estas sugerencias.
Continuamos?…
-En-tre-ve-rar-se
-A-cla-rar-se
-Or-de-nar-se
¿Será lo mismo entreverar que entreverarse?
¿Aclarar que aclararse?
¿Ordenar que ordenarse?
Imaginar es otra acción natural, como tener frío, hambre o sueño, se da en cualquier momento.
Por eso, a veces nos puede meter en un lío, como cuando nos están explicando algo en la escuela, o un amigo está dando la jugada en el partido, o cuando logramos, ¡al fin! que nuestro hermano nos explique cómo logra ganar en el juego.
Imaginar es como ser el piloto de la nave, marcar el ritmo y la ruta. Armar y desarmar la historia con nuestros pensamientos. En ese relato que escribimos entre imágenes y palabras todo es posible, y tenemos el poder de marcar cada escena y su desenlace, o sea, somos dueños de hacer que pase lo que queremos que suceda cuando y como elegimos que sea.
Im-pre-sio-nan-te.
Imaginar también es natural, ahora como otras cosas que son naturales, mencionar cuáles. Si no la alimentamos, no avanza, pierde fuerza y velocidad.
¡Si! Tal cual, como nuestro cuerpo, si no comemos o sólo comemos lo mismo cada día.
¿Te estarás preguntando cómo alimento mi imaginación? ¿Y para que?
¿Ya tienes alguna respuesta?
¿Qué te parece si lo hacemos dibujando y hablando a la vez?
[CONTINÚA EN Parte 3: Imaginación y crecimiento]