“…Tengo un retazo de sol bajo la tela de mi hombro..”(1)

ERA UNA VEZ LA HISTORIA DE JUAN CRUZ Y MARÍA AUXILIADORA. Ellos heredaron una forma clásica de ver la vida, un modelo “único y claro”, “correcto y seguro” digamos…

En fin, ¿para qué dudarlo? “Así fue y será”, entre otras premisas que marcaron una vida en colores tenues, sin grandes pasiones ni sorpresas tampoco. En resumidas cuentas: aburrida.

Ya estaban ambos, en lo que ellos llamaban “entrados en años”, o sea en la segunda parte de la década de los 40. Alejados ya de la posibilidad de que “llegaran los hijos”, como solían decir, se fueron aflojando en cuidados y previsiones. Hasta que… la naturaleza y sus misterios golpeó a la puerta… y cuanto! ¡Qué golpe que les dio!

María Auxiliadora, extrañada de que “el periodo” no venía, cansada de esperar, ya preocupada por alguna cosa que le pudiera estar pasando, consulto al médico.

Este, luego de evaluarla, le dice:

-María, si le pasa algo.

La pobre mujer quedó blanca como un papel. Estaba a punto de caer redonda al suelo.

-¡Está embarazada!

Orgulloso y con voz firme afirmó el médico ese hecho… que en aquel instante sólo a él lo hacía sonreír.

A María, la Auxiliadora se le esfumó… quedó propiamente en estado de shock, en el aire. Se sentó despacio en la silla… sentía su respiración agitada, y a lo lejos le llegaban los sonidos exteriores.

Luego de unos minutos, ya mejor, se despidió del médico y sus recomendaciones.

Fue al trabajo de Juan.

Cuando él supo la noticia, no pudo más que pensar que se trataba de un milagro. Sus ojos se habían agrandado y el color de su cara alarmó a María. Se acercó y tomó la cara de Juan en sus manos, lo miró largamente:

-Sin cruces, ni cálculos, ni lamentos. ¿Te parece?

El respondió:

-Si, si, si!…

Estaba mareado, y con las piernas flojas todavía.

Pero la confusión se había despejado, no había dudas: María estaba sana y embarazada.

Fueron a almorzar, el apetito ya no los dejaba ni pensar. Es uno de los síntomas, dicen… ¡Tenían mucho para charlar!…

…”Aquí me quedo para ser testigo siempre de la vida”…(2)

  • (1) Recado. Carilda Olvier.
  • (2) Tú sí sabes quererme. Natalia Lafourcade.
  • arte de Mila Aureliano Ramos